No hay más ciudad de Francisco Izquierdo Quea por Violeta Lemus

Versión en francés

Francisco Izquierdo Quea, No hay más ciudad, Animal de invierno, 2021, 168 p.  [Inédit en français] Perú

¿Qué tienen en común el poeta César Calvo con Oliver Atom y Los Super tramps? Si el amable lector desea averiguarlo tiene una cita puntual con Francisco Izquierdo Quea, autor de la novela No hay mas ciudad, de reciente publicación. El título de la obra ya nos pone en guardia sobre el tono: frase del poema del poeta peruano César Calvo, un canto desolador a la ciudad, dama encantadoramente deslumbrante pero cruel y voraz con sus hijos tristes e inadaptados. La obra de Izquierdo, también podría calificarse como una oda desesperada a la ciudad de Lima, Lima la hermosa o Lima la horrible, musa de imponentes acantilados y de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, que ha fascinado e inspirado a ya varias plumas importantes del Perú. 

La trayectoria de su autor Francisco Izquierdo, egresado de San Marcos, periodista, profesor y autor del libro de cuentos Bonitas Palabras, así como su vida entre el Perú y Francia se pone de manifiesto en esta novela. No hay mas ciudad es un texto al mismo tiempo nostálgico e hilarante culto y lenguaraz, sombrío y exuberante -si estas categorías pueden coexistir-. Por lo tanto, esta primera novela del autor, no solamente puede ser leída como la historia de unos jóvenes antihéroes sobreviviendo en la fascinante y facinerosa Lima, sino también como un carnet de voyage para artistas delirantes o ambiciosos emprendedores en busca de goce y aventura.

No hay mas ciudad, como una parte de la narrativa peruana contemporánea, constituye un diagnóstico del Perú de los años noventa, visto con la amorosa y dolorosa añoranza del expatriado. Su diagnóstico de la desordenada y surrealista realidad política y social de la vida peruana nos hace pensar en la famosa pregunta de Conversación en la Catedral de Mario Vargas Llosa ¿Cuándo se jodió el Perú? En este collage de historias, testimonios y vidas entrecruzadas, cabe resaltar, además de su destreza estilística, un ameno juego con las técnicas narrativas que desconcierta y entretiene al mismo tiempo al lector. Entre el narrador omnisciente y los personajes, la sucesión de voces narrativas, nos relata los sucesos de sus vidas con el mismo fervor de la lírica poética que el de la narración de un partido del Atlético de Lima.

Como lo señalan Francisco Ángeles y Silvana Carrillo en sus comentarios hacia la obra, los tres protagonistas, que comportan una trinidad femenina, masculina y gatuna, pueden también considerarse como alegorías del pragmatismo, del idealismo y de un tercer juicio: el gatuno, alter ego de los personajes, decantador y desmitificador. Testimonio desesperado de una generación culta de Perú que a la vez reivindica a generaciones anteriores y venideras No hay mas ciudad es un grito desgarrador de una juventud de “carne triste y que ha leído todos los libros”. En conclusión, esta novela, nos muestra a través de sus epifanías y del anuncio de un peculiar apocalipsis, que se puede encontrar belleza en el horror y expiación en el fracaso.

Violeta Lemus