La barca de Eduardo Huarag por Juan Carlos Rojas Rúnsiman

Eduardo Huarag, La barca, Editorial San Marcos, 2007 [Inédit en français]

La representación de la violencia y los conflictos sociales vividos en Perú en las pasadas décadas son temas de una nueva narrativa basada en los hechos experimentados por la sociedad y que se presentan ahora como una nueva fuente de inspiración literaria. El escritor y profesor universitario Eduardo Huarag ocupa un lugar destacado en esta lista con su novela La barca (2007), la cual trata de este periodo accidentado de la vida política del país andino y revela un particular acercamiento al tema de las luchas sociales y los conflictos humanos que estas representan.

La novela narra la historia de Santiago, joven limeño, quien, luego de una gresca que deja como saldo un muerto, llega a Huamanga y conoce a Alejandra. La descripción del nacimiento de este amor se desarrolla en una ciudad emblemática de la lucha armada senderista que se desarrolló a mediados de la década de los ochenta; escenario que sirve para que el lector, junto a Santiago, se adentre en la vida de Alejandra y descubra una existencia signada por la lucha contra las injusticias que observa a su alrededor y un idealismo que trasciende las consignas del Partido al cual pertenece y se mueve, al igual que las fuerzas gubernamentales que lo combaten, entre la traición y la lucha por el poder.

Las dimensiones míticas de ese “real maravilloso” que el escritor cubano Alejo Carpentier calificaba como propiamente americano se presentan en distintos pasajes de la novela y demuestran la íntima relación de los personajes con la naturaleza que los rodea. En momentos críticos, cuando las fuerzas del orden, que desconocen los justos reclamos de los campesinos, son superiores, lo real maravilloso surge como respuesta de una naturaleza que permite a los sublevados trascender las formas puramente humanas.

El texto sigue una estructura no cronológica que se corresponde con el sentido que el autor otorga al conjunto gracias al empleo de diversas técnicas narrativas. Por un lado, el monólogo de Santiago recuerda los momentos vividos con Alejandra y el lirismo que caracteriza estos pasajes refleja los desvaríos propios del enamorado y su desazón al intuir, paulatinamente, el destino fatal de su amante. Por otro lado, el formato de la entrevista realizada por el periodista Julián Martínez a Santiago permite ordenar los principales acontecimientos de la trama novelesca dotando de sentido a las distintas partes de la historia.

La novela se centra en la inagotable espera de Santiago y en la reconstrucción de la atmósfera de aprehensión y desconfianza que domina a ambos bandos. García Márquez subraya especialmente este aspecto al analizar las novelas que tienen como tema central la violencia política, en las que “el drama […] no estaba en los muertos de tripas sacadas, sino en los vivos que debieron sudar hielo en su escondite”. La novela de Huarag se sumerge en este ambiente de suspenso, traición y, en cierta medida, de esperanza que en la figura de los protagonistas permite mostrar el trasfondo humano de un conflicto marcado, inevitablemente, por la violencia.

Juan Carlos Rojas Rúnsiman