La literatura peruana en el Bicentenario

Agradezco a la revista  L’autre Amérique por darme  la oportunidad de hacer una breve presentación de la literatura peruana, precisamente este año 2021, en el que celebramos el bicentenario de nuestra independencia nacional.

Desde inicios del siglo XXI la literatura del Perú ha crecido bastante, no solo en autores y autoras, sino también en otros fenómenos muy cercanos, como las participaciones en ferias de libro en calidad de invitado de honor y el número de casas editoriales. Sin duda, el fenómeno de la pandemia del Covid-19 que nos viene afectando a todos, en todo el mundo, afectará en buena medida al mundo editorial, pero estoy seguro que generará una nueva promoción de escritores post-pandemia que permitirá a nuestra literatura continuar con el mismo ímpetu que ha venido ganando en estos últimos 20 años. 

I.  Ferias de Libro 

Desde el año 2004 se ha venido presentando un fenómeno sin precedentes. El Perú ha sido el invitado de honor sucesivamente a varias e importantes ferias internacionales de libro. Empezamos con Bogotá el año 2004, se continuó en Guadalajara el 2005, y se mantuvo en Santiago de Chile el 2006 y en Liber-Barcelona el 2007. Posteriormente, el ciclo continuó con Panamá 2009, Quito 2011 y Santa Cruz de la Sierra 2012. En el año 2013 el Perú participó como invitado de honor en la feria de Calcuta, India, y repitió en Bogotá 2014. Más adelante siguieron Santo Domingo el 2015 y Montevideo el 2016. Finalmente, este año 2021, en homenaje a nuestro bicentenario, seremos nuevamente invitados de honor en la Feria de Guadalajara, quizás la más importante en lengua hispana, con lo cual se cerrará un círculo virtuoso en el cual la literatura peruana ha sido expuesta de manera preferente en ciudades tan importantes. 

La participación como País Invitado de Honor en una feria internacional de libro implica manejar un nivel de organización mayor por parte del Estado. El compromiso que nace de aceptar una invitación de ese tipo –al más alto nivel político– exige un presupuesto especialmente asignado, un equipo de gestores culturales dedicados a tiempo completo que deben coordinar con los organizadores extranjeros y los participantes nacionales, un nivel de convocatoria importante y la realización de una logística muy compleja. 

Por ello, es que el Perú, en todos los casos, tuvo que sumar esfuerzos en personal, en presupuestos o en auspicios,  tanto del sector público como del sector privado, para poder participar de una manera que fuera representativa tanto de nuestra cultura como de nuestra industria editorial. Para cada una de las ferias se conformaron comisiones multisectoriales compuestas por representantes de diversos sectores públicos y privados .

Puede haber varias razones para interpretar este fenómeno. Una de ellas, quizás, es que más allá del premio Nóbel  alcanzado por Mario Vargas Llosa el 2010, nuestros escritores han venido recibiendo premios y distinciones a nivel internacional desde inicios del presente siglo, por ejemplo:  

Alfredo Bryce Echenique, Premio Planeta (2002),  Premio Grinzane Cavour 2002, (Italia),  Premio de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara (2012) 

Santiago Roncagliolo, Premio Alfaguara de novela (2006);  Premio White Raven (2007), Independent Foreign Fiction Prize (2011)

Alonso Cueto, Premio Herralde de novela (2005) y finalista del Premio Iberoamericano Planeta-Casa América de Narrativa (2007);  Premio de Narrativa Alcobendas Juan Goytisolo 2019 

Alfredo Pita, Premio Internacional de Novela Las dos Orillas, Gijon 1999

Jaime Bayly, Premio Herralde de novela (1997) y finalista del Premio Planeta (2005),  

Daniel Alarcón, finalista del Premio PEN/Hemingway (2005);  Ganador en 2004 del Whiting Writers Award para obras de ficción, Premio Clark Fiction 2019

Iván Thays, Premio Príncipe Claus (2000), finalista del Premio Rómulo Gallegos (2001), Finalista del premio Herralde (2008 y 2016) 

Diego Trelles Paz, Premio de novela Francisco Casavella (2012) y finalista del Premio Rómulo Gallegos 2013 y del Premio Herralde el 2016

Jorge Eduardo Benavides, Nuevo Talento FNAC 2003, Premio Torrente Ballester en 2013, Premio Fernando Quiñones en 2018

Gustavo Rodríguez, finalista premio Herralde en 2003 y finalista en Premio Planeta

– Casa de América en 2009

Por su parte, Carlos Yushimito y Santiago Roncagliolo fueron considerados en su momento entre los 22 escritores menores de 35 años  más importantes en español. 

En su mayor parte estos autores han participado como invitados en alguna o en varias de las ferias mencionadas. Junto a ellos, se han presentado más de cincuenta escritores, configurando delegaciones de las letras peruanas que han dejado huella en su paso por las ferias en las que les tocó intervenir.  

Cabe señalar también, el desarrollo que ha venido alcanzando la Feria Internacional del Libro de Lima. Su significativo aumento anual de afluencia de público, de ventas y de espacio de exposición son bastante importantes. Esta tendencia, además, ha empezado a descentralizarse a través de interesantes ferias de libro en otras ciudades peruanas como Trujillo, Cusco, Arequipa y Huancayo. 

II. El boom editorial 

Más allá de los autores ¿Cómo es que se sustentan estas participaciones en importantes ferias internacionales y la creciente importancia de la FIL Lima? La respuesta está en lo que se ha venido en llamar el boom editorial peruano del presente siglo.  

Podemos decir que a partir de 2001 en adelante el número de editoriales nuevas y serias ha ido en aumento en el Perú, al igual que la rigurosidad en los procesos de selección de los autores publicados. Estos nuevos sellos editoriales buscan su espacio en la escena del libro peruano, sea presentando nuevos autores y reeditando algunos olvidados o, igualmente, ampliando el horizonte de temas de ensayo y de crítica.  

En  las décadas anteriores, los autores, sobre todo los poetas, se organizaban en revistas, colectivos y agrupaciones con el fin de forjar una voz común y tener mayor impacto en los medios, y así obtener el reconocimiento anhelado. Muchos de ellos tuvieron mayor relevancia pasados los años como Hora Zero y Narración en los 70’s, Kloaka en los 80’s, entre otros, mientras que hubo aquellos que solo tuvieron un paso fugaz.  

No obstante, a inicios del siglo XXI ya no resulta tan necesario agruparse para ser escuchado ni tampoco para editar libros en colectivo, ya que económicamente publicar un libro no es tan costoso como 20 años atrás. Ya nadie se une para tocarle la puerta a una editorial, sino que se lanzan a crear la suya y publicar sus propios libros y los de sus amigos, debido a la reducción de costos que ha significado la introducción de tecnología digital en el ámbito editorial, con lo cual se empieza a ver, por primera vez en mucho tiempo, a la edición como un negocio casi rentable dentro del mercado literario peruano.  

 Por un lado, han aparecido diversas editoriales independientes como Estruendomudo, Matalamanga, Atalaya Editores, Sarita Cartonera, Bizarro, Borrador Editores, Mundo Ajeno, Tranvías, Lustra, Mesa Redonda, Casatomada, Editorial Arkabas, Gaviota Azul Editores, Micrópolis, Editorial Caja Negra, entre otras. Estas casas impulsaron la creación de la Alianza Peruana de Editores, gremio independiente afiliado a un movimiento global por la defensa de la bibliodiversidad. Entre las nuevas editoriales Estruendomudo, en especial, es responsable de la aparición y difusión de nuevos narradores elogiados por la crítica.

Por el otro, uno de los mayores grupos del mundo de habla hispana, Planeta, inauguró en 2006 su filial en el Perú, dando un ulterior impulso a un mercado en el que ya operaban otros dos grandes grupos internacionales: Santillana (España) y Norma (Colombia); desgraciadamente, este último abandonó la ficción. Este pequeño boom editorial ha permitido que un número elevado de escritores nuevos publique sus primeros trabajos durante los primeros años de este siglo, especialmente escritores jóvenes nacidos en la década de los 80 y 90.

No debemos dejar de lado en este recuento a los fondos editoriales de Universidades como la Católica, San Marcos, San Martín de Porres, especializada en temas de gastronomía, Lima, Pacífico, Alas Peruanas, Ricardo Palma, UPC, etc, las cuales lanzan permanentemente nuevos libros al mercado y se suman así a los esfuerzos de algunos fondos estatales como el Fondo Editorial del Congreso de la República, el Ministerio de Cultura o la Biblioteca Nacional.  

III.  Los narradores 

En lo que respecta a los escritores, me voy a referir a la narrativa, pues la poesía es un campo bastante amplio y merecería un espacio propio para tratarla. El siglo XXI se inició con una polémica entre algunos autores que sitúan su obra en los linderos de la cultura andina, y que reclaman, por un lado, la herencia de la obra de José María Arguedas, Manuel Scorza, Eduardo Zavaleta, Eleodoro Vargas Vicuña, y, por otro, denuncian la discriminación por parte de críticos y medios de comunicación de orientación « criolla », mayormente asentados en la capital y de autores limeños que tratan temas urbanos. 

La disputa entre « andinos » y “criollos” se hizo patente a raíz de  una serie de artículos publicados por ambos bandos luego de un congreso de escritores peruanos en Madrid. Esa misma disputa continuó luego en el marco de la Feria del Libro de Bogotá el año 2004, en la que el Perú fue el invitado de honor. Este debate, permitió la difusión de una nueva generación de escritores provincianos que continúa, en clave contemporánea la narrativa indigenista (y regionalista) de los años 40 y está fuertemente marcados por la oralidad y las tradiciones andinas, entre ellos podemos citar a Miguel Gutiérrez, Oscar Colchado, Dante Castro, Félix Huamán Cabrera y Zein Zorrilla. 

Además de los citados y de algunos autores que ya destacaban a finales del siglo pasado y siguen produciendo, como Jorge Eduardo Benavides, Fernando Iwasaki, Carlos Herrera, Alonso Cueto, Juan Carlos Mústiga, Jaime Bayly, Iván Thays, Ricardo Sumalavia, Fernando Ampuero, Enrique Planas, Rafael Moreno o Santiago Roncagliolo, con el nuevo siglo ha surgido una nueva camada de escritores que empiezan a dar que hablar a los críticos y que se proyectan como figuras de nuestra literatura y que son el sustento de nuestro presente literario y cointiuarán produciendo en lo sucesivo.

Entre ellos cabe destacar a Daniel Alarcón, autor de un libro de relatos “Guerra a la luz de las velas” y una gran novela “Radio Ciudad Perdida”. Lo curioso de su caso es que él escribe en inglés, pues salió del Perú muy joven y se formó en los Estados Unidos, donde su obra ha sido reconocida, como lo es también en el Perú, pues la temática de su obra narrativa está centrada en nuestro país. 

Por su parte, Diego Trelles Paz se dio a conocer con una antología de 63 narradores latinoamericanos “El futuro no es nuestro”, en 2008, luego publicó la novela “Bioy”, por la que ganó el premio Casavella de novela y fue considerada entre las finalistas del premio Rómulo Gallegos de 2013. El año 2016 publicó “La Procesión Infinita”, recientemente traducida al idioma francés.

Luego de publicar el libro de relatos “Las islas”, el año 2006 Carlos Yushimito fue considerado como el autor revelación por críticos literarios. En 2011 apareció su libro “Lecciones para un niño que llega tarde” y más tarde “La Lavandera”, “Los bosques tienen sus propias puertas” y “Marginalia”. 

Jeremías Gamboa publicó en 2007 su libro de cuentos “Punto de Fuga”, el cual fue recibido con entusiasmo por la crítica. En 2013 publicò  la novela “Contarlo todo”,  obra que mereció la atención de la revista literaria Babelia de El País de España, donde lo consideran uno de los principales representantes de las letras hispanoamericanas del momento.  

Tenemos también a Luis Hernán Castañeda, quien se consagró tempranamente con la novela “Casa de Islandia”, de corte fantástico y ha confirmado su talento con las siguientes como “Hotel Europa”, “La noche americana” y “El futuro de mi cuerpo”, y “La Fiesta del Humo”.

Marco García Falcón publicó “París personal” y se mostró como un narrador de experiencias vitales, capaz de contarlas como una buena historia. Su novela “El cielo de Capri”, lo confirma como un gran narrador, el año pasado publicó ”Esta casa vacía”, con la que ganó el Premio Nacional de Literatura.

Renato Cisneros ha destacado con dos novelas de índole autobiográfica como “La distancia que nos separa” y “Heredarás la Tierra”

La lista de autores que se han destacado en el presente siglo es larga y solo quisiera mencionar algunos otros nombres, con el riesgo de olvidar a otros muchos, por ejemplo: Francisco Angeles, Juan Manuel Robles, Sergio Galarza, Ezio Neyra, Sandro Bossio, Felix Terrones, Rony Vásquez, Enrique Prochazka, Paul Baudry o Alejandro Neyra. De todos ellos podemos seguir esperando nuevas obras en el futuro. 

IV. Las Narradoras  

Quisiera destacar también que uno de los hechos literarios más interesantes de los  últimos años ha sido la aparición de un buen conjunto de narradoras en la literatura peruana, donde han destacado sobre todo las poetas, de las que hay muchas y muy buenas, como Blanca Varela, Carmen Ollé o Rossella di Paolo, entre muchas otras. Sin embargo, durante décadas las prosistas femeninas eran más bien en número limitado, pero ahora, en este siglo, son muchas  y muy variadas. Entre ellas destacan nítidamente Grecia Cáceres (poeta y narradora), Irma del Aguila, Jennifer Thorndike, Karina Pacheco, Patricia de Souza, Nataly Villena, Christiane Félip Vidal, Julia Wong, Claudia Salazar, Malena Agular y Gabriela Wiener.

Hace unos años la editorial Estruendomudo publicó la antología titulada “Matadoras”, libro que reúne 13 cuentos, de otras tantas autoras, entre las que podemos encontrar a: Monserrat Álvarez, Mónica Beleván, Claudia Ulloa, Sussane Noltenius, Katya Adaui, María Luisa del Río, y Alessia Di Paolo. Teniendo en cuenta este contigente, podemos decir que el futuro de la literatura femenina en el Perú del bicentenario se encuentra también garantizado. 

Finalmente, quisiera terminar este breve resumen, sin duda incompleto, del estado de nuestra literatura en el presente siglo, señalando que la larga tradición literaria del Perú, que se remonta a los albores de nuestra historia virreinal  con el Inca Garcilaso de la Vega y continua, entre muchos otros,  con autores como Ricardo Palma, Flora Tristán, Manuel González Prada, Ventura García Calderón, César Vallejo, Magda Portal, Ciro Alegría, José María Arguedas, Manuel Scorza, Julio Ramón Ribeyro, Blanca Varela, Oswaldo Reynoso o Alfredo Bryce Echenique, hasta llegar a nuestro premio nobel Mario Vargas Llosa, se encuentra en estos momentos magníficamente representada por los autores que acabamos de nombrar en este artículo, de quienes esperamos puedan seguir produciendo y ofreciendo mayores lauros a nuestra literatura en el futuro.

Carlos Germán Amézaga

Marzo de 2021