Sangre en el ojo de Lina Meruane por Sofía Linares Traiman

Lina Meruane, Sangre en el ojo, Penguin Random House Grupo Editorial, Santiago de Chile, 2013

Una mujer joven. Una mujer joven en un país extranjero. Una mujer joven en un país extranjero se está quedando irreversiblemente ciega…

Lina es la protagonista de esta novela y Lina es el nombre de pila de la autora, lo que ya genera una sensación de cercanía entre ambas. Una narración astuta y original en primera persona, pero que confunde por la forma de introducirnos en sus pensamientos, que van del presente al pasado y a lo imaginario sin ningún límite, pero con la claridad suficiente para que no nos perdamos, como en una historia especular.

Sangre en el ojo describe en un lenguaje directo y crudo, la desesperación y resignación de alguien que sufre gradualmente la pérdida de la visión. Si a esto le sumamos la complicación de vivir en un país que no es el propio, aunque sea por elección, y sobre esta realidad, agregamos los matices que aportan Ignacio, la pareja de la protagonista y la familia de ella, en Chile, tenemos una combinación de suspenso y curiosidad muy bien logradas que nos mantienen en vilo hasta el final.

Lo que destaco de esta novela es la construcción de su personaje, de Lina. Una sufre con ella, una se identifica en su tragedia. Una anti heroína total que, aunque por momentos es inconveniente, manipuladora y sarcástica, no me lleva a juzgarla, sino a preguntarme ¿Cómo sería yo en una situación así? Y eso es lo que me convence de ella, que no busca deslumbrar ni comprar a nadie, sólo se expresa, sólo cuenta lo que le pasa y lo que siente.

Hay algo de refrescante en esta forma de contar la historia porque es como si no estuviéramos leyendo una novela sino los pensamientos de alguien. Es como estar espiando en la intimidad de una persona y en su psicología torturada. Y claro que se tortura, porque desde el inicio, nos damos cuenta junto a la autora, que no hay final rosa posible. El final es sólo uno, y no hay una luz al fondo del camino. Es este toque de realidad, a mi parecer, el que no decepciona. El libro es como un espejo de la vida y esto juega a su favor, porque en vez de llevarnos a un mundo de fantasía con final feliz, logra que nos detengamos en temas fundamentales de la vida. La forma de relacionarnos con nuestra familia y pareja por un lado, y la conexión emocional con nuestro cuerpo y la salud por el otro. Todo lo que damos por sentado, todo lo que no agradecemos tener, todo lo que puede cambiar en un instante.

Sofía Linares Traiman